eIDAS2, oficialmente conocido como «Regulation (EU) 2024/1183», es una evolución significativa de la regulación original de eIDAS implementada por la Unión Europea para estandarizar y reforzar la identificación electrónica y los servicios de confianza para transacciones electrónicas. Esta nueva regulación busca ampliar y mejorar los mecanismos de identificación digital a través de la introducción de la Cartera de Identidad Digital Europea, conocida como «ID Wallet».
Implicaciones para los Ciudadanos
Control y Seguridad de Datos Personales: La ID Wallet permite a los ciudadanos almacenar y gestionar sus datos de identificación de forma segura, dándoles control total sobre quién puede acceder a estos datos y en qué circunstancias. Esto refuerza la protección de los datos personales y la privacidad en un entorno digital.
Interoperabilidad Transfronteriza: Los ciudadanos de la UE pueden utilizar su cartera digital para acceder a servicios tanto públicos como privados en cualquier estado miembro de la UE con facilidad, lo que elimina barreras al acceso y fomenta una mayor movilidad y conveniencia.
Ampliación de los Servicios de Confianza: Además de los servicios existentes, eIDAS2 introduce nuevos servicios de confianza como la gestión de dispositivos de creación de firmas y sellos electrónicos remotos y el archivado electrónico, lo cual facilita transacciones electrónicas más seguras.
Legalidad y Reconocimiento Equivalente a Documentos Físicos: Las atestaciones electrónicas y otros documentos gestionados a través de la ID Wallet tienen el mismo efecto legal que sus equivalentes en papel, lo que simplifica procesos como la presentación de documentación oficial sin necesidad de formatos físicos.
Facilitación del Acceso a Servicios: Los ciudadanos pueden usar su identidad digital para una variedad de servicios en línea, desde procesos gubernamentales hasta transacciones financieras, aumentando así la eficiencia y reduciendo la necesidad de múltiples formas de identificación.
La implementación de eIDAS2 tiene como objetivo no solo mejorar la seguridad y la confianza en las interacciones digitales dentro de la UE, sino también empoderar a los ciudadanos al proporcionarles herramientas robustas y seguras para gestionar su identidad digital de manera efectiva y conveniente en el contexto del mercado único digital.